Ir en bicicleta embarazada es algo a lo que no quieren renunciar las mujeres amantes de las dos ruedas, tanto si la usan como medio de transporte en el día a día como por una cuestión de ocio. A priori, parece que bicicleta y embarazo parece ser incompatible, pero no tiene por qué.
De hecho, montar en bici embarazada tiene múltiples beneficios: mantiene la actividad, tonifica las piernas, mejora la circulación, evita ganar más peso del necesario y desestresa. Las únicas limitaciones están relacionadas con la comodidad y con la necesidad de tomar ciertas precauciones.
Recomendaciones para ir en bicicleta embarazada
Teniendo en cuenta los beneficios mencionados, ir en bici se considera tan apropiado como el yoga o la natación. Pero a medida que vayas adquiriendo volumen, la actividad irá ganando dificultad: por el riesgo de accidentes, por la manera en que la tripa afecta al equilibrio, etc.
Por lo tanto, montar en bicicleta durante el primer trimestre del embarazo es lo que parece más factible, aunque puede prolongarse hasta el quinto o sexto mes. Si te encanta el ciclismo y no quieres dejar la actividad ni siquiera durante el tercer trimestre, es conveniente que te cambies a la bicicleta estática, para evitar perder el equilibrio
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Cuida la postura
Para andar en bicicleta durante el embarazo, debes conservar una buena postura. Ve erguida y con la espalda recta para evitar una posición forzada que luego te provoque molestias.
Debes asegurarte de que eliges una bici cómoda para ti, con el sillín y el manillar correctamente colocados. Escucha a tu cuerpo para advertir las posibles molestias y no lo fuerces más de lo necesario.
Consulta a tu médico
Un médico no te dirá que es malo andar en bicicleta durante el embarazo como norma general, más allá de las contraindicaciones que luego veremos. Cada cuerpo es diferente y lo que viene muy bien a unas puede no ser tan bueno para otras, así que guíate por su experiencia.
Considera algunos síntomas
Ya has visto los beneficios de montar en bicicleta para las mujeres embarazadas, pero debes prestar atención a algunos síntomas. Si te cuesta respirar antes de ejercitarte, sientes dolor de cabeza durante la sesión, cierta debilidad muscular o molestias en el pecho o en el abdomen, debes parar inmediatamente y consultar a tu médico antes de la próxima sesión.
Hay pistas incluso más elocuentes, como el dolor o hinchazón de las pantorrillas, las contracciones, la hemorragia vaginal o la visión borrosa. Mide también los movimientos del bebé. Si durante el ejercicio se mueve menos, también debes parar la actividad física.
Recuerda las contraindicaciones
Ya decíamos que andar en bicicleta embarazada es más factible hasta el quinto o sexto mes. Luego puedes pasar a la bici estática para evitar accidentes por el desequilibrio que puede generar el volumen de la tripa.
Al margen de eso, los problemas de circulación en las manos o las hemorroides hacen que la actividad resulte incompatible. En ambos casos, es muy posible que sientas un dolor más intenso.
Mantén buenas condiciones e hidrátate
Se puede montar en bici estando embarazada siempre que las condiciones sean favorables. Evita las horas centrales del día en verano y no salgas cuando llueve o hace frío en invierno. Cuando optes por la bici estática o con rodillo, procura que la habitación tenga una ventilación adecuada y usar ropa ligera y holgada de algodón.Toma suficiente líquido y blíndate ante la fatiga. Para ello, debes tener en cuenta que tus tiempos de recuperación son más largos. No lleves tu cuerpo al límite, no es momento de batir marcas personales porque el exceso de ácido láctico puede ser perjudicial para el bebé.
En definitiva, bicicleta y embarazo son compatibles, pero hay que seguir una serie de recomendaciones para evitar exponerse más de lo necesario. Por lo general, montar en bicicleta embarazada hasta el quinto o sexto mes se puede si la actividad no está contraindicada.
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