Las calas de las zapatillas de ciclismo son de los accesorios más usados por muchos en sus bicicletas. Más aún cuando descubras que los pedales automáticos pueden sacar toda la potencia de cada una de las pedaladas que das. Eso sí, colocar las calas correctamente no siempre es sencillo, así que hemos preparado una guía en Kleta que te llevará paso a paso a disfrutar del mejor rendimiento y comodidad.
Ventajas de las calas para el ciclismo
Las calas para el ciclismo, o también conocidas como clips para las zapatillas, permiten a los aficionados del ciclismo mantener una correcta posición encima de la bicicleta y disminuye la oportunidad de sufrir lesiones más cotidianamente.
No importa si nos referimos a pedales para una bicicleta de carretera o a zapatillas con calas para MTB, porque lo cierto es que el proceso es el mismo, a no ser que tengas unas zapatillas de ciclismo sin calas.
Las calas para la bici de carretera o las calas de bici de montaña están pensadas para pedales automáticos si este es el tipo de pedal con el que más te gusta moverte.
Si te estás preguntando el motivo que hace aconsejable usar este sistema, solo tenemos que decirte que, una vez que lo domines, se convertirá en la forma más cómoda de moverte encima de tu bici. Los pedales automáticos, que son los que necesitan de las calas de bicicleta, transmiten mucha fuerza en cada pedaleo y aseguran el mejor agarre entre la zapatilla y el pedal, de ahí que sean el sistema que usan todos los profesionales y los aficionados más exigentes.
Estas son alguna de las ventajas de las calas y, posiblemente, su única pega sea que hay que saber ponerlas, aunque esto va a dejar de ser un problema si sigues leyendo nuestra guía.
Conoce todas las ventajas de nuestras BiciKletas
Cómo poner las calas en las zapatillas de ciclismo
Para colocar adecuadamente este accesorio tienes que centrarte en tu pie y en lo que este mida. Olvida las mediciones estándares, ya que cada pie es único por muchos detalles. Las dos medidas que tienes que tomar es la distancia desde el borde de tu pie hasta el punto medio con el que ejercerás la mayor presión en los pedales, esa zona que empieza donde terminan las falanges de los dedos.
Una vez tomada la anterior medida, toma la zapatilla de ciclismo que tengas y mide el grosor del talón. Cuando tengas ambas mediciones, súmalas y obtendrás el punto exacto en el que tu pie se va a apoyar en el pedal y que, por lo tanto, es el sitio en el que hay que colocar las calas.
Calas en las zapatillas de ciclismo
Ahora ve a por las zapatillas de ciclismo que vas a usar en tu bicicleta y coloca en ellas dos trozos de cinta de carrocero para poder pintar sin estropearlas. Con la medida que tomaste antes, haz una marca, ya que ese será el punto exacto en el que tiene que estar el centro de cada cala.
Ahora solo te queda ponerte las zapatillas, subirte a tu bicicleta y encajar la cala en el pedal de forma convencional, asegurándote que el encaje es perfecto y que el pedal no se va a soltar durante la marcha.
Con el proceso que has visto antes, puedes utilizar las calas de la forma más cómoda. Recuerda las ventajas que hemos mencionado de este sistema, serán entre ellas, poder ir más cómodo en la bici y sacar más provecho a todos tus pedaleos. Tendrás la ciudad y cualquier camino ante tus pies para que puedas moverte de la forma más sostenible y saludable.