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Descubre todo sobre el dopaje en el ciclismo


Historia del dopaje en el ciclismo

El dopaje en el ciclismo es la gran mancha que emborrona este deporte. Hay quien piensa que a los ciclistas no les queda otra que acudir a suplementación deportiva no permitida para soportar las duras condiciones de las carreras, y por ello ven esta práctica como algo comprensible, pero no es así. Las reglas están para cumplirlas y, si algún deportista es cazado en controles antidoping, la sanción puede ser realmente dura.


¿Qué es el dopaje?

Empecemos por el principio: ¿Qué es el dopaje? El concepto hace referencia al uso de sustancias prohibidas con el objetivo de conseguir un mejor rendimiento o acelerar el proceso de recuperación.


La era dorada del dopaje en el ciclismo internacional fueron la década de los 90 y principios de los 2000, con casos tan sonados como el Escándalo Festina en el Tour de 1998 o más adelante las sanciones que se le impusieron a Lance Armstrong, desposeyéndole de sus siete triunfos en el Tour de Francia.


En España tampoco nos hemos librado de estos procesos, pues las denominadas operaciones Puerto y Galgo -de las que hablaremos después- han salpicado a numerosos ciclistas, directores de equipo y personal médico y deportistas de otras disciplinas como el atletismo.


Qué es el dopaje para ciclistas

La historia del dopaje en el ciclismo

A pesar de que es en los 90 y en la primera década de los 2000 cuando más interés mediático gana el dopaje, su historia en el ciclismo se remonta a mucho más atrás; concretamente hasta hace más de un siglo, cuando se registró la primera muerte por este motivo. Muy conocido es el caso de Tom Simpson, que falleció en plena ascensión al Mont Ventoux durante el Tour de Francia de 1967. En un inicio, su muerte fue descrita como una insuficiencia cardíaca, pero horas más tarde se supo que el británico había ingerido una alta cantidad de anfetaminas.


Esta sustancia estimula el sistema nervioso central, y a nivel deportivo se utiliza para disminuir el cansancio y aumentar el nivel de explosividad. Su ingesta está prohibida en la lista de sustancias de la Agencia Mundial Antidopaje, como ocurre con los esteroides anabólicos para ciclistas o la conocida EPO.


Desde entonces, con la muerte de Simpson, la Unión Ciclista tomó cartas en el asunto, pues por primera vez el público asistía a la muerte en directo por el uso de doping. A partir del año siguiente ya comenzaron a ser obligatorios los análisis de orina en las pruebas ciclistas. Y también a partir de ese momento comenzó una lucha entre la ciencia médica que se dedica a mejorar el rendimiento de los deportistas y los organismos antidopaje, que a día de hoy sigue estando muy presente.


¿Qué es la EPO?

De todas las sustancias dopantes del ciclismo, la más conocida es la EPO. Se trata de una hormona producida por el riñón cuya función consiste en mantener una concentración constante de glóbulos rojos en sangre.


Los glóbulos rojos son los encargados de transportar el oxígeno en la sangre. Por tanto, si se recibe EPO de manera exógena, lo que se logra es una mayor oxigenación de los músculos, lo que induce a una aparición más tardía de la fatiga muscular. En ciclismo es habitual esta práctica dopante, pero también en otros deportes de resistencia como el atletismo.


Ciclistas suspendidos por dopaje

La fórmula actual para detectar si un ciclista ha recibido inyecciones de EPO es mediante un análisis de sangre y otro de orina. Antes del descubrimiento de estos métodos, la UCI acudía a pruebas para medir los niveles de hematocrito en sangre. En caso de superar el 50%, los ciclistas eran excluidos de las pruebas, pero sin ser sancionados, pues no se podía probar la utilización de EPO sintética.


Otras fórmulas de dopaje para ciclistas

La EPO es la sustancia dopante más conocida, pero existen otras muchas que también están perseguidas por la UCI y la Agencia Mundial Antidopaje. En el doping en el ciclismo aparecen los nombres del estanozolol, la testosterona, la norandrosterona, la nandrolona, el famoso clembuterol, la insulina, algunos fármacos para tratar el asma y productos narcóticos y estimulantes.


Más allá de sustancias, se puede hablar de dopaje para ciclistas a través de métodos, como por ejemplo la transfusión de plasma o sangre, o la diálisis. En la Operación Puerto, mencionada anteriormente, a los ciclistas (y otros deportistas) se les extraía sangre a través de transfusiones para guardarla a baja temperatura y posteriormente inyectársela de nuevo. Esto servía para mejorar el rendimiento deportivo.


Ciclistas suspendidos por dopaje

Son numerosos los ciclistas suspendidos por dopaje a lo largo de la historia. El caso más conocido es el de Lance Armstrong, que supuso un escándalo mayúsculo para el prestigio del deporte de la bicicleta. Actualmente, el dopaje en el ciclismo está más perseguido que nunca, y los casos más sonados no afectan a las grandes figuras del pelotón, aunque se siguen utilizando estos métodos ilegales y poco profesionales.

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